Ho il piacere di pubblicare (è anche importante sapere come la pensano gli altri) due ulteriori articoli di attualità turistica (in spagnolo, siamo gente di mondo…) scritti per importanti pubblicazioni da Ignacio Vasallo, amico nonchè grande esperto del settore…. nella foto di copertina: La Romerìa del Rocìo a Pentecoste, in Andalusia
INTERNET Y EL PODER DEL CONSUMIDOR.
Esta generalmente admitido que internet ha supuesto una transferencia del poder de decisión, o del poder a secas, del productor al consumidor, debilitando al intermediario en el camino.
Parece que todo el mundo está de acuerdo en que la mayor información que internet permite, y como consecuencia la mayor transparencia, otorga al consumidor un mejor conocimiento del mercado, provoca un incremento de la competencia y en consecuencia un abaratamiento de los precios.
Efectivamente las comparaciones de precios han tenido como consecuencia la bajada de estos en sectores como los libros o los automóviles; sin embargo en las áreas relacionadas con el turismo, como las reservas hoteleras y de aviación, las cosas son mucho más complicadas. Los precios finales no han subido, pero no debido a la transparencia y a la capacidad del consumidor de influir en el precio final, sino por la sobrecapacidad de la oferta y por los costes bajos del combustible en el caso del transporte aéreo.
Las consecuencias de internet no han consistido en eliminar o disminuir la intermediación, sino precisamente en lo contrario, especialmente en el campo del alojamiento. Dos empresas Priceline ( booking.com, kayac..)y Expedia (Orbitz , Trivago,Hotels.com…) controlan cerca del setenta por ciento de las ventas hoteleras mundiales y marcan indirectamente los precios finales ofrecidos por los hoteles, puesto que los llamados acuerdos de paridad ( que han sido declarados nulos por algunos tribunales europeos, y recientemente por el tribunal alemán de la competencia)impiden a los hoteleros ofrecer mejores precios en sus páginas web, al tiempo que estas agencias ofrecen al cliente igualar el precio inferior que hubieran encontrado en otra oferta.
Las compañías hoteleras, especialmente las pequeñas y medianas, necesitan a Booking y a Expedia, a pesar de las altas comisiones porque no tienen capacidad para que sus propias páginas webs sean competitivas. Tan solo las grandes cadenas con importantes programas de fidelización pueden reducir su dependencia ofreciendo puntos, posibilidad de elección de habitación y gratuidades como comidas.
En el caso de la aviación son las compañías aéreas las que tienen la sartén por el mango y utilizan internet para dificultar la transparencia restringiendo la información a la que puede acceder el público y llevar el tráfico a sus páginas web con un sobrecoste para los clientes y una pérdida de cuarenta millones de pasajeros en Estados Unidos, por el alto precio de los vuelos , según el estudio realizado por Scott Morton de la Universidad de Yale, que entre 2010 y 2012 estuvo al frente de la división Antitrust en el Ministerio norteamericano de Justicia.
Según Morton,Sothtwest dificulta ver las comparaciones y ofrece los billetes de última hora más caros que Orbitz, que permite la comparación de precios. De hecho Southwestet boicotea a las Agencias on line y a los metabuscadores( que comparan precios de diversas empresas) sin que los consumidores se den cuenta.
Según la publicación turística Skift, American Airlines y Delta han prohibido a los metabuscadores como Kayac y Skyscanner que envien los clientes a las agencias on line como Expedia y Booking y a las agencias on line que ofrezcan información sobre sus vuelos a los metabuscadores, como también ha prohibido a los GDS como Amadeus o Sabre, que solo trabajan con agencias, ofrecer información de sus precios a agencias no autorizadas.
Las prácticas de las compañías europeas son bien conocidas, Ryanair no permitía, hasta recientemente, que las agencias vendieran sus billetes. Lufthansa cobra 16 euros por cada billete que se venda a través de GDS.
Todo ello para dificultar al consumidor la comparación de precios.
Al mismo tiempo las fusiones tanto en Estados Unidos – cuatro compañías controlan el 80 % del tráfico-, como en Europa, han reducido la competencia.
Internet no traslada el poder al consumidor, pero al menos abarata los precios, puesto que las empresas digitales no necesitan inventario. Lo explica bien Tom Goodwin, cuando indica que la mayor compañía de taxis el mundo UBER no tiene vehículos; FACEBOOK no crea contenidos, ALIBABA, el mayor gran almacén no tiene mercancía ni AirBnB tiene hoteles.
Como señala Robin Chase en su libro PeersInc, la nueva economía está basada en la gente ( Thepeers) que deciden participar en una plataforma porque una compañía (The INC )ha hecho que el proceso sea barato y directo. Con internet la transparencia ha disminuido, al igual que la competencia, pero el consumidor no lo percibe, puesto que solo se fija en el precio.
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LA CUARTA REVOLUCION Y EL TURISMO
Dos hechos recientes están poniendo de moda la cuarta revolución industrial, que hace referencia principalmente a la robótica y a la inteligencia artificial, pero también al “ bigdata”y a los coches sin conductor .
Por una parte el slogan del Foro Económico Mundial de 2016, Foro de Davos, “Dominando la cuarta Revolución Industrial” y de otra la publicación del libro del Profesor Robert Gordon sobre el estancamiento del crecimiento económico en Estados Unidos.
Según Gordon el crecimiento en Estados Unidos tendría seis limitaciones; el envejecimiento de la población ,el estancamiento de la educación, el aumento de la desigualdad- entre 1993 y 2008 el 1% de la población consiguió apropiarse del 52% del incremento de renta; la disminución de puestos de trabajo , que pueden ser llevados a cabo en el extranjero a coste inferior; el deterioro del medio ambiente causado en parte por la negativa de China e India a ser regulados como no lo fue Europa o Estados Unidos cuando tenían ese nivel de desarrollo y la enormes deuda tanto pública como privada.
Esas limitaciones son efectivas desde 2004 y se agudizan a partir de 2007. Doblar el nivel de vida llevo cinco siglos entre 1.300 y 1.800 , uno entre 1800 y 1929, 28 años entre 1929 y 1957 y 31 entre 1957 y 1988, pero necesitara otra vez un siglo entre 2007 y 2100. Y es que, al contrario de lo ocurrido con la segunda revolución industrial- 1830.1900.-( motor de combustión interna, electricidad, agua corriente , teléfono, y sus derivadas, aviación, aire acondicionado etc, la tercera a partir de 1960 ( ordenadores internet, telefonía móvil, facebook. ) no ha tenido efectos en la productividad, de solo el 1% anual en la última década, como lo prueba el pobre crecimiento entre 1972 y 1996 y la escasa fuerza y duración de la recuperación entre el 96 y 2004.
El notable incremento de la desigualdad que ha tenido lugar con la tercera revolución, en la que unas pocas personas, empresas productos y negocios dominan el mercado: Google, Microsoft, Apple y la explosión del negocio financiero digital, provoca que los pocos incrementos de renta beneficien solo a un mínimo porcentaje de la población, mientras que el resto ve como su renta disponible se estanca.
Esa evolución puede intensificarse aún más con la cuarta revolución, en la que la división entre propietarios de robots y los que no los poseen recuerda a la que había entre terratenientes y trabajadores de la tierra, puesto que el coste de los robots más baratos– el propio Gordon menciona como baratísimo a Baxter, que cuesta 25.000 dólares- está lejos del alcance de la mayor parte de la población mundial.
La robótica, el “ big data” , la inteligencia artificial no mejoraran el crecimiento económico ni estarán a disposición de todo el mundo.
Al menos algunos de los dispositivos que se pusieron en el mercado durante la tercera Revolución llegaron al conjunto de la población: hay 7.000 millones de teléfonos móviles activos, mientras que 3.000 millones de personas tienen acceso a internet, con un índice de penetración muy diferente según el nivel de desarrollo del país lo que conlleva un aumento de la desigualdad.
La previsión de Gordon es que el incremento de la renta disponible para el 99% de la población americana en las próximas décadas sea solo del 0,2% anual, consus consiguientes efectos en el consumo.
La mayor parte de las dificultades están también presentes en Europa, cuya productividad ha crecido menos que la americana, aun a pesar de una mejor, sola un poco mejor, distribución de las mejoras económicas.
En una economía tan dependiente del turismo como la española la renta disponible futura de nuestros principales clientes es el mejor indicador de la posible evolución de este.
Al igual que en otros sectores, el gran avance del turismo se debió a la segunda revolución: el automóvil y el avión y los derivados, mientras que la tercera: GDS, Gestión de ingresos en aviacion, check in electrónico, venta por móvil, economía compartida y la cuarta:big data no han mejorado la productividad. Por ejemplo la aviación se mueve a la misma velocidad desde 1958 en que empieza a volar el 707.
El futuro crecimiento de nuestro turismo se deberá principalmente, como ya está ocurriendo, a nuestra capacidad de aumentar la cuota de mercado- por la caída del Mediterráneo Oriental –y no al crecimiento de los flujos emisores europeos y norteamericanos. El notable aumento del turismo chino tendrá efectos sobre todo en la propia región y, en menor medida en Australia, Estados Unidos y un par de países europeos entre los que no está España.
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